Por: Víctor García
Avanzando en la vida, la sociedad no invita, obliga a cambiar la visión que se tiene del mundo cuando niño.
Las personas dejan de ver el mundo de colores para verlo gris. Son consumidas por una gran gorda jariosa y deseosa llamada Rutina.
¿Qué no diera cualquiera por ser como un niño? Siempre jugando, siempre descubriendo... después de los años, no se descubre nada, se repite todo.
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